Mantener una larga relación con una institución financiera es algo natural porque regularmente te ofrece diversos beneficios. Sin embargo, cuando las cosas no salen de acuerdo al plan y te ves perdiendo dinero o recibiendo una atención menos que diligente, hay razones para darle una oportunidad a otro banco.
Como consumidores, estamos en pleno derecho de exigir la mejor atención posible de las instituciones públicas o privadas y, sobre todo, de las que “cuidan” nuestro dinero.
Por eso, cuando un banco, unión de crédito o entidad de ahorro no te ofrece lo que promete ni lo que corresponde a tus necesidades, no hay por qué dudar en buscar una mejor alternativa.
Entre los motivos justificados para cambiar de banco, empezaremos esta lista con:
Comisiones que afectan tu balance
Aunque estos cobros son casi inevitables cuando se trata de bancos, muchos no se pueden justificar. Un argumento sencillo es que existen instituciones online y offline que no te quitan dinero por categorías como: saldo mínimo, mantenimiento, cierre de cuenta, estado de cuenta en papel y otras.
Es posible que tu entidad actual te pueda perdonar una comisión por sobregiro (overdraft fee) si es tu primera ofensa. De no ser así, te puede seguir quitando dinero porque no leíste bien el contrato, no será un crimen el tratar de cambiarte.
Eso sí, procura tener claridad sobre las condiciones y la letra pequeña de la nueva institución que parece más atractiva.
Servicio al cliente de baja calidad
Al principio de una relación todo parece de maravilla, pero con los años las cosas tienden a empeorar. Si el banco te ofrece muchos beneficios y la atención brilla por su ausencia, no es una buena combinación.
Esto puede reflejarse en horarios poco convenientes, atención impersonal o dudas y problemas que no se solucionan rápido.
Puede tratarse con los managers, que son los encargados de mejorar tu experiencia. Si no consideran tus sugerencias, te recomendamos visitar otras agencias o revisar algunas opciones online.
Tampoco está de más chequear algunas reseñas online para conocer lo que opina la gente sobre sus instituciones preferidas.
Falta de modernización del banco
Es impensable que una entidad financiera en la actualidad no te pueda ofrecer servicios online o una aplicación de banca móvil para gestionar tus finanzas personales.
Esto significa que tu banco debería ofrecerte lo más actual en tecnología, como Zelle, transferencias y depósitos gratis, Bill Pay, cheques en línea y más.
El hecho de que una institución no intente actualizarse o poner más énfasis en estas prestaciones, es motivo de preocupación. Cuando no dispones de opciones de conectividad y movilidad, puede ser el momento ideal para buscar otros pastos que te ofrezcan esa dosis tecnológica de tanta utilidad.
Poco cariño para los clientes con antigüedad
No resulta extraño sentir algo de envidia y frustración cuando el banco hace toda clase de promociones para atraer nuevos clientes.
¿Qué pasa con los que tienen tiempo con la entidad? Pues no mucho, ya que muchas gerencias están más preocupadas por sumar más capital que por premiar a quienes les han ofrecido su lealtad.
Una forma de sopesar esta situación es solicitándole a la entidad que te ofrezca algún beneficio que están publicitando. Si no están dispuestos a darte algo de amor por tu lealtad, ya sabes que puedes encontrar muchas ofertas interesantes en otra parte y con esos perks que no quisieron darte.
Tasas de interés demasiado altas
Acudir a tu banco para financiamiento o refinanciamiento antes que a otro, es una opción conveniente aun si tienes que pagar un poco más. Cuando otra institución te ofrece un mejor trato, lo ideal es que tu banco pueda igualar las condiciones para así evitarte el papeleo con una entidad nueva.
En este caso, te recomendamos conseguir una preaprobación para un préstamo hipotecario, crédito automotriz o préstamo personal como prueba. Si al mostrarle esto a tu banco no recibes la respuesta que buscas, simplemente cámbiate. Aunque tengas que invertir tiempo, el dinero que te ahorras lo compensa.
Estás en proceso de mudanza
Las relaciones a larga distancia están destinadas a fracasar, en especial si no encuentras una sucursal de tu entidad en donde vas a vivir. Así que no debes sentir culpa o remordimiento por hacer negocios con otra institución que te resulte más conveniente.
En el supuesto de que solamente uses los servicios online y valores la atención de tu antiguo banco, siempre puedes dejar la cuenta de ahorros y abrir una de cheques cerca de tu nuevo hogar. Esto te permite acumular capital porque no tienes la tentación de sacar ese dinero.
Muchas personas no quieren dejar su banco preferido por no salir de su zona de confort. No obstante, conformarse con una experiencia que no cumple tus expectativas te resultará más costoso e incómodo a la larga.
Español: Why might you be interested in switching banks?